domingo, 26 de septiembre de 2010

Nuestro Primer Beso

Aun Recuerdo el calor de tus labios, el roce de tus delicadas manos cuando las estrechaba con las mías, la ternura de tus ojos al mirarme, pero sobre todo, recuerdo mi sonrisa de tonto enamorado al mirarte.

¿Recuerdas el día que nos conocimos? Quizás no pero yo si, era cuando yo era alguien que todos despreciaban y miraban mal sin yo saber la razón pero cuando llegaste y me sonreíste, parecía como si todo eso ya no me importara. Era una sonrisa tímida esa timidez que resaltaba porque me sonreías en secreto ya que estabas detrás de un árbol.

Yo sabia que siempre me observabas por eso me esforzaba al máximo en mis entrenamientos secretos para que no te decepcionaras de mí, eras la única que me miraba con admiración a mi edad en ese momento no sabia que también eran ojos de amor.

Los años pasaron y tu continuabas observándome en secreto, gracias a eso me volví muy fuerte, un día decidí finalmente voltearme a verte, como supuse te escondiste enseguida éramos adolescentes pero admito que tu timidez y ternura de niña pequeña me encantaban, me puse frente a ti y nuestros ojos finalmente se encontraron fijamente los tuyos temblaban al mirarme unos tiernos ojos aperlados con un leve tono rosado en aquellas delicadas mejillas, y el viento que movía un largo y lindo cabello azulado, no podía dejar de observarte con una sonrisa, pero tu no te atrevías a sonreír como si te intimidaras por mi sonrisa, en un intento por calmarte tome suavemente tu mano, no podía dejar de sorprenderme por unas manos tan finas y delicadas pero al mismo tiempo tan hermosas y firmes, tu sonrojo creció lo cual me divertía en cierto modo.

El ambiente era perfecto, los dos en un bosque solos con un atardecer que dejaba entrar unos débiles rayos de sol, mi corazón comenzó a acelerarse y incluso yo comencé a sonrojarme, decidí cerrar los ojos y actuar sin pensarlo, comencé a acercarme lentamente esperando que hicieras algo por detenerme pero solo sentía tu agitada respiración mientras mas me acercaba hasta que finalmente mis labios se unieron  con los tuyos.

Mi primer beso con una chica, era mucho mejor de lo que imaginaba, el tiempo se había detenido y no había nadie mas en el mundo solo ella y yo, mi corazón latía demasiado rápido que sentí que me vendría un ataque, mi mano que aun sujetaba la suya temblaba y la apretaba de vez en cuando pero era un beso muy dulce, tan calido como un abrazo y tan dulce como un chocolate…no esperen…aun mas dulce que un chocolate.

Que ganas de haberme quedado así con ella por siempre pero mis pulmones no me lo permitieron, me separe solo a unos centímetros de su rostro y apoye mi frente contra la de ella, nuestras miradas no se separaban en ningún momento, me sorprendí al ver que tus ojos brillaban mas de lo normal y una traviesa lagrima recorrió esas mejillas aun sonrojadas pero no vi tristeza en tus ojos y tu boca hizo una leve sonrisa, eran lagrimas de alegría.

Con mi mano libre tome suavemente tu rostro como si fueras tan frágil y tuviera miedo de romperte, con mi pulgar suavemente recorrí tu mejilla secando tus lagrimas y te sonreí enérgicamente, la única palabra que cabía en ese momento fue la única que salio de mi boca, pero no me atrevía si me mirabas así que te abrace con fuerza y tu hiciste lo mismo, antes de besarte me había dado cuenta de mis sentimientos hacia ti, era mas que amistad, mas que admiración…era un puro amor, lo que hizo que de mis labios pudiera decirte sin titubeos ni dudas…”Te Amo”.

No puedes saber que estas enamorado, hasta que te das cuenta de que no importa lo que te hablen, tu mente se mantiene en los ojos o sonrisa de esa persona, en el momento que comienzas a depender de los latidos de su corazón, cuando sin darte cuenta sonríes embobado y te da lo mismo lo tonto que te veas, cuando la felicidad de esa persona también es la tuya y cuando quieres proteger esa persona aunque tu vida este en peligro…si te pasa todo eso…jamás dudes que te enamoraste…te lo digo yo, un despistado niño rubio de ojos azules y marcas parecidas a los bigotes de un gato en mis mejillas…que tardo años en darse cuenta que estaba enamorado, tuve suerte de darme cuenta cuando ella aun me amaba pero a veces pienso que no todos tendrían esa suerte.

Nunca niegues sentimientos de amor, puede ser que cuando los asumas esa persona ya los descubrió por alguien que no eres tú.

Naruto y Hinata pertenecen a Masashi Kishimoto ©

Gracias por leerlo ^^

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